Nievan plumas, se oyen tiros
caen despacio, lentamente.
Suenan risas, y los riscos
se oscurecen tristemente.
Empezó esta temporada,
cuando el Conde de Los Grises
hizo dos o tres llamadas:
- Patxi, chato, mil perdices
- Son diez mil euros de nada.
- ¡¡¡¡Diez mil!!!!¿Pero no eran siete?.
- Eso era en Alpedrete...
...Tened en cuenta los Condes
que ha subido una pasada
el kilo de chipirones,
y a los piensos de amasada
les meto varios bidones...
...Enga, Charly...
- ¡¡No me toques los cojones!!,
me parece una burrada,
pero traeme diez camiones,
que el día veinticinco
del presente mes que corre
me veo pegando brincos
porque vienen en aviones
¡los mismos Reyes de España!
Nievan plumas, se oyen tiros
caen despacio, lentamente.
Suenan risas, y los riscos
se oscurecen tristemente.
Los gallinos ya andan sueltos
entre sus jaulas de alambre,
y mil lazos ya se han puesto
para que no los agarren.
Paco el que llaman guarda,
que es un sabio de andar monte
hasta encima de una albarda
los coloca a troche y moche
Hace un mes que cayó un gato
montés de lomo atigrado
y en menos que digo “¡Sapo!”
lo tenían disecado...
...pues a la señá Condesa
los tigres le gustan mucho
y aunque el Conde no lo ha visto
alguna vez se ve presa
de algún que otro arrechucho
con un mozo que ande listo
Ya ha llegado el tan ansiado
veinticinco de Noviembre.
Reyes, banca, empresarios,
han arribado con hambre
de ser los más afamados
fusileros del enjambre
Escopetas de seis mil,
pares de finos grabados...
- Esta me la hizo a mí
Arrieta con sus dos manos.
- Esta Suprema de Kemen
te las baja como trapos.
- Pues la mía no la tienen
más que sultanes y guapos.
Qué nivel, qué chalaneo
se da en juntas y corrillos.
Aunque algunos, por fardeo,
no puén con los calzoncillos:
- Ahora que no me oyen,
te diré que pa estar hoy
he vendido mi Citroën,
y el bancal de Carrascoy.
- ¡Qué dices, no tengas guasa!
- ¡Si he tenido que dejarme
a mi mujer en la casa
de mis suegros y quedarme
sin comprar en diez semanas!
Nievan plumas, se oyen tiros
caen despacio, lentamente.
Suenan risas, y los riscos
se oscurecen tristemente.
- Señoritas y señores
- Psssst, ¡Silencio, que habla el Conde!
- Tengo el gusto de decirles
que en este día de ojeo
vamos a intentar batir
el récord que yo poseo.
-¡Pero Carlos, qué me dices!
(le dice, haciendo eses
un banquero en sus narices)
- No te bajas ni en dos meses
¡¡¡Dos mil quinientas perdices!!!.
- Calla, tonto, que no saben
que he soltado quincemil
y que los paletos que anden,
ojearán con cuidadín...
...sin gritar, andando quedo,
sin armar el alboroto,
no sea que algún lerdo
me levante un bando gordo.
Pim, pam, pum, ya está el jaleo
servidito en las pantallas.
Pim, pam, pum, Don Ireneo
las mantiene bien a raya.
Y el Sultán del Himeneo
las baja en Quintanapalla.
Pim, pam, pum, tres en el aire,
Pum, pim , pam, tres en el suelo.
- Hay que ver cómo le sale
el tiro real a mi suegro.
Pim, pam, pum, dale que dale,
-¡Qué cabroncete el banquero!...
...lleva veinticinco pares...
¡hoy me deja por los suelos!.
-¡Así no hay quien se concentre!,
¡qué joderse con el perro!...
...Anda, dile que lo ate,
que como le pille, le arreo.
Pim, pam, pum, qué disparate,
Pum, pim, pam, qué tiroteo.
Nievan plumas, se oyen tiros
caen despacio, lentamente.
Suenan risas, y los riscos
se oscurecen tristemente.
Continuará...
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)